No lo entiendo. Así empieza Matamala, la última novela de Alberto Infante donde la búsqueda de la verdad se convierte en un ejercicio de indagación periodística, judicial, psicológica e histórica que revela la fragilidad de los equilibrios sobre los que se asienta nuestra sociedad.
Un crimen en apariencia absurdo, una joven estudiante de periodismo, un médico jubilado, un juez conservador y puntilloso, un territorio fronterizo y agreste… en un relato donde se configuran los amores y los odios, las intrigas y las violencias, las heroicidades y las miserias, y también los crímenes de tres generaciones.
A poco más de 50 kilómetros de Madrid comienza otro universo en el que, en un espacio opresivo y angosto, conviven diferentes comunidades, cada una con su cultura y sus códigos. Comunidades que coexisten, pero que rara vez se mezclan y cuyos pasados están siempre presentes.
Novela de intriga y de crítica social, trenzada sobre una galería de situaciones inesperadas y de personajes inolvidables, Matamala nos atrapa desde el primer momento y, con una prosa tan variada como eficaz, nos introduce de lleno en las paradojas y contradicciones de la condición humana.