Ni aquí ni allá
No soy el primero
ni el último.
Estoy aquí (no allá) porque quiero.
Y lo que sufro
no es un destino cruel
ni el aciago sabor de la ceniza.
Ni un precio a pagar por algo.
Ni el dolor de un desgarro
que poco a poco cicatriza.
No es nostalgia pues
no hay deseo de volver
ni de vivir de los recuerdos.
Tampoco están en liza
aquí
la razón pensando;
allá
el corazón sintiendo.
No hay desencuentro
que deba ser resuelto.
Es solo un golpe ahí en el pecho
una lanzada, un arañazo.
Y no sé más qué decir
que es un dolor
sin más sentido ni medida
que un corazón cuyo latir
se infarta de amor hasta morir
para vivir la vida.