RIESGO DE VIVIR
A mi cuidado tengo el riesgo de mi vida.
Entre un principio olvidado
y un fin certero pero ignoto.
Soslayando vendavales y nevadas,
en lid callada y solitaria,
busqué el cobijo de una llama
por cambiar en arma la debilidad.
Creí ver cenizas y eran nubes,
amor en intereses palaciegos,
sin tiempo de pensar cuál era su futuro.
Ahora solo pido la fe de cada día,
usando siempre ya menos palabras
pues todas he llenado de sentido.
Ahora me creo a mí mismo,
y, en una misericordia no exenta de orgullo,
sigo adelante a pesar de todo.