INSOMNIO
Estoy en la habitación del hotel.
No puedo dormir.
Me levanto de la cama,
me vuelvo a tumbar,
bajo a la calle,
fumo un cigarrillo,
dos, tres…
Regreso a la cama
y ahí estás tú,
mi poeta existencialista,
dormida.
Te despertaría a besos
y charlaría contigo
hasta el alba
sobre lo absurdo
que es el mundo
y lo linda, pero áspera
que es la vida.