EFÍMERO
Te miro con mis ojos desencantados,
colgado del mundo, sin sobresaltos,
traspasando el acero de este pensamiento
tan arraigado que nos ha tocado vivir,
apenas sumiso descendiendo
hacia nuestra eternidad
donde pareces un niño tomando decisiones
o un barco sembrado en la mar
y mis labios son la cruz de un abismo intenso
donde nada es lo que parece
y todo se va perdiendo tan lentamente
que duele al respirar.
Pero tú te abrazas a lo efímero
y lo sostienes en mis manos
para hallarme dichosa
justo como a ti te gusta verme.