METAMORFOSIS
Con la pandemia del coronavirus
me convertí en un caracol.
Me guarecí en mi caparazón,
huyendo de la calle
como la Luna se oculta
con el brillo del Sol.
Con mi casita a cuestas
emprendí un camino de eremita,
cual moderno San Antón,
igual que él con su manto
color café,
yo con mi caparazón marrón.