Fuego de Santelmo
Sé que mis otras voces rebajarán mi credo
de ser lo que no he sido ni ser lo que seré.
Vivo las madrugadas cuando aún no ha amanecido
y muero en los ocasos antes de atardecer.
La vida me transcurre, me burla, me suplanta
y se pone del lado de las contradicciones
que jalonan mis pasos dados a mi pesar;
los destellos sin luz que anota la torpeza,
los peligros sin tino que la audacia no advierte,
las andanzas trenzadas en los camaranchones
donde anida la culpa.
Sé que mis cuatro prismas dirán que lo que digo
no es más que la inventiva de todo lo que fui,
la imagen fragmentada de una atomización
que dispersó mil gotas infinitesimales
y curvó el arco iris en la espalda del sol.
Saben de mi alianza venal con los veneros
que conducen la savia hasta los manantiales
donde bebe Selene y se escorza la luna
en el cristal del agua.
Saben que mi artificio es un haz de colores
donde se magnifican los fuegos de San Telmo
cuando la luz incide en las gotas perladas
y refracta los versos teñidos de azabache.
Sé que mis cuatro esquinas explorarán el aire
para buscar el rastro de mis debilidades
hasta encontrar el nexo de mí con los volcanes
que vomitaron humo,
antes de que la lava,
fundida,
incandescente,
deslizara su lengua teñida de carmín.
Saben que mi intendencia es sólo el negativo
de un carrete analógico
donde pasó la vida en miles de disparos.
Y saben que la esencia está en los fotogramas
de un instante fugaz:
El gesto impertinente de un niño prevenido,
la luz en una niña con la puesta de sol,
dos tirachinas blancos colgados de un camino,
los mofletes de Mowgli con su perro tribal.
Cuelgan los fotogramas en la casa olvidada
como cuelgan los versos en las horas sin luz.
El tiempo se intercambia, se sucede, se oculta
y aparece la vida lejos de cuando fue
para cobrar presencia dentro de una mirada.
Sé que mis descendientes rastrearán el tiempo
en busca de poemas con bolas de alcanfor.
Saben que mi inclemencia esperará,
clemente,
hasta ver que las notas copulan con los versos
para bailar la danza de los héroes de barro.