Aquel tiempo que estuviste
acaso fue un domingo que aventuré quererte
sin conocerte apenas.
acaso fue un domingo tormentoso de agosto
en donde los rumores del sol cuando atardece
nos cambiaron tristezas por sueños y esperanzas,
pero a pesar de todo,
a pesar de los días que malvivo sin ti,
a pesar de esa muerte que te acunó en sus brazos,
a pesar del olvido de aquellos que nos vieron
sonreír y querernos,
a pesar del vacío que acapara mis noches,
los años que vivimos el uno junto al otro
de verdad, existieron y siempre serán nuestros.