REALISTA
Querías que fuera
solo para ti
y, en realidad,
no soy
ni de mí mismo.
Me cuesta conocerme
sujeto a los vaivenes
de la vida,
de la mente
y del espíritu.
No puedo concederte
todas mis almas.
No puedo controlar
a todas ellas.
Ni tú querrías a todas.