CRÉCEME
Aventura tu asombro,
créceme
más insegura,
mía en lo inlograble.
Tenme la desconfianza
de vivirme
sin recordar algún futuro.
Que las horas ofrezcan su palabra
cualquiera
cada hora
y los gestos de carne se habitúen
a la constante mueca de la carne.
Este invencible exilio
de ser hombre
tiende un sórdido verso
apasionado.