COMBATIR CON LA VIDA
Combatir con la vida,
día a día,
en un combate desigual
ha sido –es– nuestro destino.
Amores han quedado en la cuneta,
seres queridos, amigos,
heridas por las que mana
amargo vino.
El cierzo sopló recio.
No niego que hermosos viajes,
lecturas, alegrías, ilusiones
jalonaran el recorrido.
A través de los años
no escasearon problemas ni conflictos.
No he podido evitar
el paso de las primaveras,
el ineludible deterioro físico.
No obstante,
a veces pienso,
que no has podido conmigo,
que soy más fuerte que tú,
sonrío.