LOS DERROTADOS
Nunca los derrotados
supieron su derrota,
nunca supieron qué
perdieron, quién ganó,
ni tampoco la causa.
Y nunca lo supieron
porque antes ya de todo
les nacieron vencidos,
educaron su cero.
Los derrotados siempre
defienden su fracaso.
Sus sueños se deshacen
como aire, como triste
alerta de farolas
frente al sol de mañana.